Parece que la única forma de encontrar felicidad es persiguiéndola

Es comprensible que a veces parezca que la felicidad siempre está “más allá”, como algo que se debe perseguir. Sin embargo, muchas corrientes filosóficas y psicológicas sugieren que la felicidad no es un destino, sino algo que se puede cultivar en el presente. Perseguirla de manera constante puede generar la sensación de que nunca es suficiente o que está fuera de alcance.

En lugar de verla como una meta lejana, es útil enfocarse en las pequeñas cosas del día a día que te brindan alegría, gratitud y sentido. Encontrar propósito en lo que haces y aprender a estar presente con lo que tienes ahora puede cambiar esa perspectiva. La felicidad puede ser el resultado de hábitos, como la conexión con los demás, el auto-cuidado y el equilibrio entre tus metas personales y profesionales.

Pero… ¿y el estoicismo?

El estoicismo tiene una perspectiva interesante sobre la felicidad que podría resonar con esa idea de “perseguirla”. Para los estoicos, la felicidad no se encuentra en perseguir algo externo (riqueza, éxito, placeres materiales), sino en la virtud y en vivir de acuerdo con la razón y la naturaleza. La idea central del estoicismo es que no podemos controlar los eventos externos, pero sí nuestras reacciones a ellos. Al controlar nuestras emociones y enfocarnos en lo que está bajo nuestro control, podemos alcanzar la eudaimonía o bienestar, que para ellos es la verdadera felicidad.

Desde esta óptica, la felicidad no depende de factores externos o de una búsqueda constante de algo fuera de uno mismo. Al contrario, se trata de aceptar la realidad tal como es, enfocarse en nuestras virtudes y mantenernos ecuánimes ante los desafíos. El estoicismo invita a encontrar la paz interior y la satisfacción en lo que podemos controlar: nuestras acciones, pensamientos y actitudes.

Para alguien que siente que la felicidad es algo que se persigue, el estoicismo ofrece una alternativa: en lugar de correr tras la felicidad, se trata de vivir de acuerdo con tus valores y aceptar lo que la vida trae sin apegarse al resultado. ¿como lo ves?


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